viernes, 30 de noviembre de 2007

Round Midnight









Tendemos a reflejar las cosas que nos impregnan, eso es todo. Emanamos nuestra historia.

Si es amor u odio; indignación o complacencia; rabia o deseo; Ideas, Sueños, Delirios, Esperanzas, Frustraciones, etc; tiendes a contagiarte y transmitir esas enfermedades a las cuales te has expuesto.

A medida que se envejece, el rostro y el cuerpo, el lenguaje y los gestos; transmiten esas penas y alegrías que has vivido. Es la novela misma en la cual tu historia se cuenta.

Si tienes 20 puedes proyectar (más no planificar) que es lo que deseas que tu cuerpo diga en 20 años más.

Las figuras que tus palabras insinuarán al dejar de resonar.

Las siluetas de nuestro pasado pasean entre las silabas que pronunciamos.

Tu cuerpo es el campo donde miles de batallas se han librado. No hablará acaso de Victorias y Fracasos. De tristezas y llanto. De placer y de saltos. Alegrías, cantos.

Aquí me encuentro en un futuro incierto, un poco más encorvado. Olvidando que escribí alguna vez esto. Escribiéndote aún sin verte. Recordándote. Conociéndote igual sin conocerte. Mi rostro habla por mí. Mis letras hablan por todos los que he leído.

Si es que tengo suerte, mi cuerpo seguirá hablándote como te habla, con estas rugosas líneas que encuentro, y que me encuentran, en el claro de mi espíritu.

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