lunes, 31 de diciembre de 2007

Cuantos se han ido

So (como dicen los nortinos (gringos)) otro año.
Otra vez las mismas cavilaciones, pero esta vez, más viejo (más despierto diríase en otra cultura mas primigenia). Cada año es más corto, cada vez menos pelo. Cada año menos alegría, al estar más despierto. Cada año menos ingenuo. Cada vez más responsabilidad. Cada vez más desafíos
.

Cada año la pequeña, es menos pequeña, más bella, más inteligente y ágil.
Cada año este amor menos Heroico, cada vez más honesto y austero.
Cada año la realidad, menos real (la real).
Cada año la verdad es menos verdad (la oficial).
Mis esperanzas se renuevan eso sí. Los fuegos artificiales, artificialmente, estimulan zonas de mi cerebro diseñadas genéticamente para eliminar todo año anterior, enviándolo a un Pasado. Que es Cimiento de cada día, que Funda el Porvenir al permitir este Presente.
A veces, es sólo como en Alicia en el país de las maravillas; una carrera en la que cada cual corre en el mismo lugar, en círculos, o contra sí mismo, sin nunca llegar o ganar.
Avanzar hacia un lugar que no existe. Dirigirse hacia él, inventando el camino. Dirigirse hacia él encontrando una forma. Para ello tenemos todo un nuevo año.
Aún cuando celebración arbitraria (ya que podríamos establecer un calendario lunar que nos permita acordar una fecha, por ejemplo, entre el 21 de enero y el 21 de febrero (como los chinos (me pregunto cómo tantas personas se ponen de acuerdo (porque para llegar a un consenso primero se debe consensuar en qué es lo que es un consenso, (¿o no?)))), parece ser momento de balances y establecimiento de alianzas (nuevas o viejas). Parece el mejor momento para sumas y restas, así como para echar de más o de menos.
Quememos el viejo año y que de él surja otro más, como todos los años.

Salud Carlitos

domingo, 23 de diciembre de 2007

Carlos Uzabeaga Parra















Creo que son los aborigenes australianos los que dicen que mientras alguien recuerde tu nombre, no mueres realmente.
Yo recuerdo un poco más que tu nombre y mientras recuerdo, me parece que recordara a una estrella del rock.
Esas, que por siempre permanecen jóvenes en nuestra memoria.
Con una sonrisa que no se surca con arrugas, con un espíritu que nunca envejece; con la talla a flor de labios y los labios cerca de un vaso.
Tu cabello dejó de caer, la pelá de crecer.
Ni grandes aciertos ni grandes cagadas, te fuiste antes de todo ello.
Nos conocimos poco y eso siempre será así, ya no se puede cambiar.
¿Cuantas cosas habrían cambiado de no ser por esta inesperada partida?
¿Nos habríamos conocido mejor?¿Habríamos cambiado el mundo, o nuestra ciudad o nuestra pobla o a nosotros mismos?

En realidad no tengo ni idea pero si no te hubieses ido tan temprano de este carrete llamado vida, podríamos haberlo averiguado.
Compañero, Mi vaso se elevara lleno por tu memoria estas fiestas.
Mientras lo haga, recordaré cómo con la risa espantabas las cargas y tensiones cotidianas, así como esa tristeza que escondías tras tanta risa.
Y te nombraré bajito para que al reír, rías conmigo.
Carlitos.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Prisma


Imágenes en movimiento. Realidad construida.
Tipo de construcción que se experiencia.
Prisma utilizado como constante. Caverna e imágenes. Y, desde luego, sonido.
Una banda sonora interminable.
Un silencio que proviene desde algún lugar.
Una presencia.
Otra realidad construida con imágenes en movimiento.
Movimiento.
Imágenes y sonido EN movimiento.
Un Otro.
Si existe entonces este Otro en este FLUJO interminable de múltiples continuidades “EDITADAS” POR EL LENGUAJE (esa ficción que recreaba Cortazar); pobladas por los sonidos y otras sensaciones/percepciones varias (por ejemplo, los sueños o el pan con mantequilla, o los bastonazos en la cabeza...)…
En fin, el Torrente de lo Conciente
¿ES ACASO UNA CONCIENCIA?
(texto en (permanente) construcción...)

viernes, 30 de noviembre de 2007

Round Midnight









Tendemos a reflejar las cosas que nos impregnan, eso es todo. Emanamos nuestra historia.

Si es amor u odio; indignación o complacencia; rabia o deseo; Ideas, Sueños, Delirios, Esperanzas, Frustraciones, etc; tiendes a contagiarte y transmitir esas enfermedades a las cuales te has expuesto.

A medida que se envejece, el rostro y el cuerpo, el lenguaje y los gestos; transmiten esas penas y alegrías que has vivido. Es la novela misma en la cual tu historia se cuenta.

Si tienes 20 puedes proyectar (más no planificar) que es lo que deseas que tu cuerpo diga en 20 años más.

Las figuras que tus palabras insinuarán al dejar de resonar.

Las siluetas de nuestro pasado pasean entre las silabas que pronunciamos.

Tu cuerpo es el campo donde miles de batallas se han librado. No hablará acaso de Victorias y Fracasos. De tristezas y llanto. De placer y de saltos. Alegrías, cantos.

Aquí me encuentro en un futuro incierto, un poco más encorvado. Olvidando que escribí alguna vez esto. Escribiéndote aún sin verte. Recordándote. Conociéndote igual sin conocerte. Mi rostro habla por mí. Mis letras hablan por todos los que he leído.

Si es que tengo suerte, mi cuerpo seguirá hablándote como te habla, con estas rugosas líneas que encuentro, y que me encuentran, en el claro de mi espíritu.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Sino está por escrito...


De existir un infierno, debe estar a cargo de una legión de burócratas mal pagados. Maldito Kafka que inventó los Procesos, sabio eso sí

Como se mantendrían los socialismos imaginarios

Como se mantendría al populacho lejos de los beneficios del Neoliberalismo-social de Mercado; si no fuera por ellos.

Pocos homenajes se les rinden a sus oscuros representantes.

Terry Gilian lo hizo a su manera con Brazil en cualquier caso: el mejor final, burócratas haciéndose cargo de un par “díscolo” (y el burócrata se evade refugiándose en un tecnicismo mental (lo máximo)). Grises funcionarios persiguiendo sujetos o pensamientos, aquí o allá, DISTOPÍA encarnizada de mentes enfermas que deforman la realidad, presentándonos desfigurados espejos en los cuales contemplarnos, descentrarnos.

Yo, sigo en todo caso pensando en homenajes a funcionarios grises con nombre, y apellidos, no sublimados. No entre esos grandes mecanismos y funcionamientos, no.

Sino que, en las pequeñas fugas, renuncias, dejos, olvidos, indolencias. En las pequeñas e incontables promesas no cumplidas. En los “voy y vuelvo” institucionales. En las “puras puntitas” provisionales. En el “último vaso y me voy” del aprovechamiento.

Podría aventurarse la caída de Roma o la desaparición de la civilización Maya a cuenta de estos innumerables funcionarios disconformes, por lo poco que su trabajo se valora.

Aún cuando, se sabe, los panales poseen sus zánganos de acuerdo la conocida función social de gigoló (de la autoridad femenina); parece ser que no hay sociedad humana que haya intentado fundar su torre de Babel, sin funcionarios. Serían a la postre, más importantes que la clase sacerdotal (encargada, entre otras cosas, de calmar la sed de justicia terrenal, en sus diversas manifestaciones) o que los Jueces o el famoso y desconocido Legislador, encargado de hacer las leyes por las cuales la clase privilegiada (sacerdotal, funcionaria y/u otra) mantiene sus privilegios.

Todas las clases poseen algún tipo de “funcionario” que tramita, detiene, deja de hacer o se olvida de firmar algo; o que se opone o favorece la aprobación estotro; que entrega o no el beneficio…

En fin, sea este un homenaje incompleto y de corto trámite (o sea mediocre) a la parte de mí que es burócrata (y la "parte aquella" de todos mis colegas), a la que a través de estas líneas se le ha cursado formalmente la mentada, celebración.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Malditas Costumbres


Reemplazar una desagradable costumbre por otra es aparentemente la solución. Eso es al menos lo que no se cansan de repetirme. Por ejemplo, reemplazar el poco agradable hábito del adicto, por el poco agradable hábito de abstinente. Solución que ,sobre valorada, concentra su prestigio en ese atavismo judeo-cristiano de la prohibición. La fruta prohibida (o podrida), el deseo, la tentación. Conceptos familiares y vecinos al castigo, la pérdida y el dolor. El Cuco.

Hace poco he dejado un nada despreciable habito/adicción. La desagradable costumbre dejó un vacío, lleno de un sediento deseo/ansiedad por esta sustancia X. Poco estética por lo demás, me ha mostrado el lado más patético de mi ser: un mí mismo consumiendo ávido, cantidades indeterminadas de chocolate; musitando a media voz encantos y mantras; ejecutando minuciosos autoengaños y desplegando oficiosas disculpas; alzando los brazos al cielo moviéndolos como aspas en forma compulsa (con el horroroso fin de justificarme, moderar las voluptuosas ganas de gozar el mentado y ahora autoprohibido placer); ejecutando proesas físicas (como mantenerme en un pie sobre una rama de bambú); o bebiendo poco decorosas cantidades de liquido mineral.

Con vergüenza confieso, en busca de alguna indulgencia, que en idílicos paisajes, en las más románticas situaciones, acuden a mi ardiente imaginación, imágenes de ese maldito goce; mea culpa.

Ese condenado pucho, que ahora deja un espacio hueco en mi conciencia, en mis nervios opera en forma de tic, cojera, espasmo cervical, contracción involuntaria de la sinapsis; como engranaje desdentado de la rueda del circuito de recompensa. Rechinando.

Nuevas abstinencias irán, aparentemente, poblando mi existencia, cosa no nueva ya que desde hace algunas decisiones que la tendencia comienza a manifestarse. Nuevos vicios vendrán diligentes a tomar el espacio vacío dejado por esta poco elegante "manía", lo sé.

Maldita costumbre reemplazando otra maldita costumbre. La vieja historia de la granja y la rebelión: el granjero reemplazado por los chanchos (muchos ejemplos vienen a mi cabeza -en uno de ellos estoy yo mismo fumando con Orwell, en otro alguien me pide que me calle!-)…

En todo caso y en último término, me quedan algunos vicios de los buenos, a los cuales no pienso renunciar.

Ni pensar en dejar esta maldita costumbre…

lunes, 30 de julio de 2007

Monstruos

















Construir monstruos siempre será una ocupación llena de satisfacciones.

Macabro uso de puntos y comas.

Ceja, labios, ojo y orejas.

Lóbulos frontales, escleróticas, esternocleidomastoideos, píloros, movimiento peristáltico.

Delicia de creador. Pluma en ristre. Vértigo de tinta.

Develación y denuncia. Deformidad y pústula.

Mueca y muñon.

La cosa cobra vida - It´s alive! -

Clama atención. Horror!! Afecto filial.

Existencia vedada. Tabú de monstruos-idad. Proscripción o muerte.

Cadalso o patíbulo.

Cæteris páribus...

jueves, 26 de julio de 2007

Jugando al tejo...


Porque aparte de todo lo complicado que ya es el asunto, no todo se puede decir, y no porque las palabras no puedan intentarlo; sino porque sencillamente no pueden. Aún cuando los poetas hayan bajado del olimpo; aún cuando los miedos de comunicación se democratizaran y (pudiesemos todos aterrorizar a todos (aunque sea un poquito(como buenos chilenos))), aún cuando pudiésemos acompañar todo lo no dicho con jeroglifos y escrituras ideográficas varias, así como con fotos y toda la (desnuda) parafernalia imaginaria de la virtuosa virtualidad cibernáutica, con sus brisas y sus velocidades variables; aún así no se puede decir todo.

Creo que me entiendes, después de todo aquí estas. Tú y yo frente a la misma pantalla recitando las mismas letanías, como monjes en sánscrito. Respirando el mismo, viejo y viciado aire. En fin, el uno frente al otro. De pronto se me ocurre que podríamos inventar algún tipo de juego, algún intrincado pero fácil acertijo con el cual podamos encriptar la realidad en una forma completamente asible, incontrovertible. Para que todos aquellos que se sientan frente a una pantalla, que se buscan a sí mismos, frente a una página; encontraran lo que buscan, hallaran al que buscan; resolvieran el puzzle.

Pero bueno, para variar, no es neg-ocio sencillo. Por lo pronto, podríamos acordar que, no todo se puede decir y hay cosas que determinadamente pueden ser sólo circun v aladas, satelitadas, sugeridas; con la comisura del axón, con el rabillo de una coma. necesito nicotina... (las malditas Morellianas!),


jueves, 5 de julio de 2007

Como lo dijo sabiamente Monk


Siguen las mismas voces y las mismas masticaciones eternas en relación a la vida, sus cototos y protuberancias. La H que falta antes de cada palabra, que acaso me persigue con su silencio…y dale con lo mismo!.
No. Me refiero a que cada vez que pienso en escribir a un imaginario personaje allá afuera en la noche de la incognicidad virtual sombras negras e indefinidas se abalanzan sobre mis letras sobre mi conciencia expresada en letras o sea mis letras que diferentes son a mi conciencia pero bueno ahora nos entendemos y ya que estamos en esto me gustaría recordarte que no me has visitado de pronto te vuelvo a encontrar sobre una hoja que va cayendo al suelo y recuerdo te había olvidado retomo lápiz y papel y te saludo con esta tinta indeleble que es el sonido de mi voz penetrando en tus oídos porque recuerdas mi voz cierto yo recuerdo como suena la tuya solo de vez en cuando sobretodo de noche y en el viento cuando se agolpa atropelladamente en la ventana pero estábamos hablando acerca de la incognicidad y las sombras ya que en ellas una silueta me saluda siempre desde lejos invitándome a que la dibuje no es acaso esto la literatura un dibujo la conciencia trazando con lápices de sonido que siguen resonando y que repites una y mil veces hasta que el sentido se pierde un día completamente de estos voy a levantarme más temprano un día voy a escribir uno de estos voy a verte caer recortando el cielo en tu final trazarte como dijo sabiamente monk en ese tema de la medianoche te acuerdas en fin todo ello parece a veces irremediable pero no te olvides que yo también en la noche y entre sombras y a la distancia espero me dibujes y me hagas hablar y me visites con sonidos y diversos colores a ver si fracturamos la monótona voz de maya que susurra esta realidad como infranqueable e inevitable a ver si eludimos los mismos viejos mecanismos de control de la verdad y mentimos un poco por diversión a ver si el mundo explota de una buena vez y comienza la vida mas allá del mundo mismo acá en tus letras en las mías pero bueno sabes que para ello debiéramos ostentar algún galón de oro de tierras extranjeras o estar en secreta connivencia con el duende que nos desliza sus venias sólo de vez en vez y de tanto en tan poco, más bien.