jueves, 22 de noviembre de 2007

Sino está por escrito...


De existir un infierno, debe estar a cargo de una legión de burócratas mal pagados. Maldito Kafka que inventó los Procesos, sabio eso sí

Como se mantendrían los socialismos imaginarios

Como se mantendría al populacho lejos de los beneficios del Neoliberalismo-social de Mercado; si no fuera por ellos.

Pocos homenajes se les rinden a sus oscuros representantes.

Terry Gilian lo hizo a su manera con Brazil en cualquier caso: el mejor final, burócratas haciéndose cargo de un par “díscolo” (y el burócrata se evade refugiándose en un tecnicismo mental (lo máximo)). Grises funcionarios persiguiendo sujetos o pensamientos, aquí o allá, DISTOPÍA encarnizada de mentes enfermas que deforman la realidad, presentándonos desfigurados espejos en los cuales contemplarnos, descentrarnos.

Yo, sigo en todo caso pensando en homenajes a funcionarios grises con nombre, y apellidos, no sublimados. No entre esos grandes mecanismos y funcionamientos, no.

Sino que, en las pequeñas fugas, renuncias, dejos, olvidos, indolencias. En las pequeñas e incontables promesas no cumplidas. En los “voy y vuelvo” institucionales. En las “puras puntitas” provisionales. En el “último vaso y me voy” del aprovechamiento.

Podría aventurarse la caída de Roma o la desaparición de la civilización Maya a cuenta de estos innumerables funcionarios disconformes, por lo poco que su trabajo se valora.

Aún cuando, se sabe, los panales poseen sus zánganos de acuerdo la conocida función social de gigoló (de la autoridad femenina); parece ser que no hay sociedad humana que haya intentado fundar su torre de Babel, sin funcionarios. Serían a la postre, más importantes que la clase sacerdotal (encargada, entre otras cosas, de calmar la sed de justicia terrenal, en sus diversas manifestaciones) o que los Jueces o el famoso y desconocido Legislador, encargado de hacer las leyes por las cuales la clase privilegiada (sacerdotal, funcionaria y/u otra) mantiene sus privilegios.

Todas las clases poseen algún tipo de “funcionario” que tramita, detiene, deja de hacer o se olvida de firmar algo; o que se opone o favorece la aprobación estotro; que entrega o no el beneficio…

En fin, sea este un homenaje incompleto y de corto trámite (o sea mediocre) a la parte de mí que es burócrata (y la "parte aquella" de todos mis colegas), a la que a través de estas líneas se le ha cursado formalmente la mentada, celebración.

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